miércoles, 21 de enero de 2009

"El desarrollo de habilidades artísticas en las personas con discapacidad"


El tema de la creatividad con relación a la discapacidad ha sido poco tratado por el hecho de considerar a la persona discapacitada desde su discapacidad, dejando de lado su integridad y sus posibilidades personales.


En este sentido L. S. Vygotsky opina: "las cuestiones de la educación de los niños defectuosos pueden ser resueltas sólo como problemas de la pedagogía social... hay que educar no a un niño ciego, sino y ante todo a un niño".


Vygotsky no pensaba que la alternativa educativa fundamental para los niños con deficiencia fuera su incorporación, sin más, al sistema educativo ordinario, sino una educación basada en la organización especial de sus funciones y en sus características más positivas en vez de sus aspectos más deficitarios.


Para aquellas personas que les resulta difícil transmitir sus ideas, expresar sentimientos o entablar relaciones, las actividades artísticas, como la pintura, la danza, la música o la literatura, pueden ofrecer un medio ideal para ello. Por ejemplo, un niño con problemas de lenguaje puede descubrir en la pintura un medio adecuado para transmitir aquello que le es difícil comunicar verbalmente, y por lo tanto, restablecer sus vínculos sociales; a otro niño la danza o la escultura pueden ofrecerle oportunidades equivalentes.


El arte satisface el impulso creativo presente en cada uno de nosotros; el arte, asimismo ayuda a los niños a desarrollarse mental y físicamente. Su confianza aumenta a medida que van experimentando el éxito en el arte. En aquellos niños con problemas físicos, su control motor podrá ir mejorando a medida que manipulen y controlen ciertos materiales, desde amasar la plastilina o el barro, hasta la creación de una pieza de cerámica o de una escultura. Pero según Pauline Tilley: "... no debe pensarse al arte tan sólo como si se tratase de una ayuda para el desarrollo cognitivo y motor, ya que la adquisición de los conocimientos y de las capacidades no constituye un objetivo primordial. En primer lugar, y por encima de cualquier otra consideración, el arte es un acto lúdicro de la imaginación creadora".


En el trabajo de alguna actividad artística, el niño o una persona adulta, hace algo más que la producción final de un dibujo, o una escultura, reúne diversos elementos de su experiencia para formar un nuevo significado. Por medio de actividades artísticas puede expresar ideas, sentimientos, emociones y también, expresar y fortalecer sus relaciones sociales.


Existe una gran satisfacción al poder expresar los sentimientos y emociones en el arte. Incluso los niños pequeños al hacer un garabato, o simplemente al mezclar los colores están experimentando una gran satisfacción. Entonces, ¿por qué pensar que el niño o la persona adulta con alguna discapacidad no podrá también experimentar esta satisfacción?


Es de gran importancia que se le dé libertad de expresión a los niños. El niño que se expresa de acuerdo con su nivel, estará más decidido en cuanto a su propio pensamiento y expresará sus ideas a través de sus propios medios. Aquel que sólo se siente seguro imitando puede convertirse en un ser dependiente y llegar a subordinar sus ideas a las de otros, con lo cual estará bloqueando su propio desarrollo creativo.


La estructura de evolución de cada niño en el arte se relaciona con sus experiencias y con su desarrollo personal, y no con su edad cronológica. No es posible, entonces, dar indicación precisa sobre el tipo de trabajos que pueden esperarse de los niños con discapacidades. Su desarrollo será igual que el de los niños "normales", sólo que, en algunos casos, con un desenvolvimiento más lento e incluso algunos no llegarán a etapas que requieren un mayor desarrollo, ya que su evolución está influida por su dificultad mental, problema físico o motor, o de su estabilidad emocional. Sin embargo, algunos niños con discapacidad pueden desarrollar habilidades creativas en mayor medida que quienes no tenemos ninguna discapacidad específica.


Cada niño tiene sus propias experiencias y su propio desarrollo por lo que se ha de considerar como una individualidad. Pero sobre todo, no debemos olvidar que lo que importa no es el producto final, sino el proceso que lleva a él.



María Nela Escudero

2 comentarios:

  1. Es un lindo aporte para reflexionar sobre nuestra práctica, ahora, como maestras de nivel inicial y para no olvidarnos de que la creatividad no es el producto final sino todo el proceso que se da para llegar al mismo. Considerando, también, que desde la discapacidad podemos encontrar grandes capacidades y potencialidades para desarrollar.
    Jakelynn

    ResponderEliminar
  2. Entonces... han podido apreciar que al creatividad no tien límites, es la sociedad la que restringe e inhibe la expresión creativa, la ruptura de paradigmas siempre es un proceso doloroso y muy resistido, es más sencilo quedarse en la zona de conformidad y comodidad que emprender a veces un camino incierto y lleno de sorpresas; esperemos que ustedes si lo hagan.

    PBB

    ResponderEliminar